Me acobardó la soledad y el miedo enorme de morir lejos de ti.
Qué ganas tuve de llorar, sintiendo junto a mí la burla de la realidad.
Y el corazón me suplicó que te buscara y que le diera tu querer.
Me lo pedía el corazón y entonces te busqué, creyéndote mi salvación.
Y ahora que estoy frente a ti parecemos ya ves, dos extraños.
Lección que por fin aprendí: ¡Cómo cambian las cosas los años!
Angustia de saber muerta ya la ilusión y la fe.
Perdón si me ves lagrimear, los recuerdos me han hecho mal.
Palideció la luz del sol, al escucharte fríamente conversar.
Fue tan distinto nuestro amor y duele comprobar que todo, todo terminó.
Qué gran error volverte a ver, para llevarme destrozado el corazón.
Son mil fantasmas al volver, burlándose de mi, las horas de ese muerto ayer.
Y ahora que estoy frente a ti parecemos ya ves, dos extraños.
Lección que por fin aprendí: ¡Cómo cambian las cosas los años!
José María Cortusi, 1940
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